La sabiduría está sobrevalorada.Enemiga acérrima del exceso y la precipitación, se nos presenta como la llave que nos abrirá las puertas de cuanto es verdad, correcto y equilibrado. Sin la intemperancia ni la impulsividad, no obstante, resultaría del todo innecesaria y, de hecho, sólo se adquiere a partir del comportamiento errático.
Si aspiras a ser sabio algún día, es indispensable pasarse la vida cometiendo errores y haciendo estupideces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Han entonado la canción.